Cuando decidimos iniciar nuestros primeros pasos en la atención de víctimas de agresión sexual, en base a experiencias anteriores, decidimos no iniciar a partir de solicitar apoyo económico ni a fundaciones ni a empresas particulares ni a personas particulares ni a organismos de gobierno. La razón principal era que buscábamos tener independencia de criterio y eso nos podría condicionar a la voluntad de los donantes. En segundo lugar, la tramitología suele ser muy engorrosa y tardada, con razón, por lo que consideramos que íbamos a invertir demasiado tiempo en andar tocando puertas. Eso nos llevó a la conclusión que tendríamos que idear acciones que nos permitieran trabajar de inmediato a partir de los recursos con los que contábamos. Por esta razón decidimos no constituir ninguna asociación aparte y si crear un departamento especial en la sociedad anónima que teníamos formada para atender asuntos jurídicos y que denominamos "Departamento de Apoyo al Agredido Sexual", de esa manera aprovecharíamos toda la infraestructura del negocio. Igualmente cada uno de nosotros seguiría trabajando en su actividad profesional en nuestras oficinas o en sus respectivos despachos o consultorios, estando dispuestos a atender los asuntos que fueran llegando sin cobro profesional. Ese fue uno de nuestros grandes aciertos, porque eso no gravaría a la empresa y si permitía que nadie se afectara en su vida laboral. Además que la confianza de la gente nos fue permitiendo atenderles otros asuntos con cobro profesional. El siguiente paso en el autofinanciamiento fue el institucionalizar un curso denominado "Diplomado en el Apoyo a Víctimas de Delitos sexuales y Violencia Intrafamiliar" que tenía una doble finalidad. Primero, formar personal tanto para las instituciones como en lo particular sobre el tema. Segundo, tener una forma adicional de ingresos para poder tener otras actividades. Con esa filosofía, cuando tuvimos oportunidad de recibir apoyo de la SEDESOL en dos ocasiones, lo aprovechamos en forma adecuada, y no lo resentimos cuando se acabó. Actualmente estamos promoviendo entre los empresarios la realización de cursos sobre los temas que manejamos para darlos a sus trabajadores como una prestación social, lo que le ayuda a reducir conflictos e incrementa la productividad. Igualmente dichos cursos son otra fuente de financiamiento que nos libera de la necesidad de realizar eventos artísticos u otras actividades que no suelen ser muy rentables y que además nos absorberían demasiado tiempo con exiguos resultados. |
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Sres. empresarios estamos a sus órdenes, Ud. contrata nuestros servicios y estará colaborando con una importante causa además que su personal y su empresa se lo agradecerán. GRALJO Mundial Exportadora S. A. de C. V. |